CÉSAR VEGA Y EL NACIMIENTO DE UN SONERO

Hay quienes afirman que César Vega no solo es el mejor sonero que tiene el Perú en nuestros tiempos, sino también que es el único. Y claro está. Su talento para rimar e improvisar al compás de la salsa dura es de lo nunca antes visto para un peruano en el género.

Haber nacido y crecido escuchando soneros de la talla de Ismael Rivera, Cheo Feliciano, Julio Barreto, y muchos otros de Puerto Rico y Cuba, países donde se vive al máximo la cultura salsera; es uno de los motivos para poder llegar a verlo sonear y disfrutar durante más de 10 minutos con el tema Ausencia en el barrio de La 12 en el Callao, sin que deje de fluir ni de gozar en ninguna parte del show que él mismo ofrece, haciendo que más de uno baile y sienta la creación de su historia como parte del tema.

Ser joven en un género musical donde la experiencia es la principal arma de los detractores y cuyos representantes han demostrado todo su potencial en el soneo hace más de 30 años, le ha servido como inspiración y punto de partida para lograr cosas grandes en su carrera profesional, como estar rodeado de grandes cantantes del género nacional e internacionalmente, y de los músicos de su máximo ídolo Héctor Lavoe en Nueva York.

La madurez y soltura que demuestra en el escenario, y sobre todo, la conexión especial que tiene con su público oyente al hacerlos parte de la letra de sus interpretaciones tras el micro, como los grandes solían hacerlo, hacen que la popularidad y la estimación por su persona haya crecido de manera insuperable hasta por grandes conocedores del género que reconocen su futuro en la salsa.

Los barrios más recónditos del Callao, donde empezó el auge de su carrera artística, le han dado el espacio que necesitó siempre para darse a conocer, a lo que él responde con buena música y pone a bailar desde el más niño al más viejo, con el acompañamiento de los timbales, el piano y el trombón de su orquesta.

Este pionero de la salsa dura en el Perú viene siendo uno de los responsables de revivir un género musical que parecía olvidado en la memoria de nuestros padres y generaciones anteriores, gustosas de esta expresión de salsa. Y aún hay mucho pan por rebanar. César Vega recién empieza a sonear.